lunes, 18 de agosto de 2008

La ciudad nos mira...y sonríe



Fin de semana largo repleto de sorpresas, nuevos lugares en familia y encuentro con amigos. Hurgueteando en la bohemia de la ciudad, descubrí una vez más cuán pequeño es el mundo o cuán falsa es la casualidad.

Sábado de trabajo y charlas, las nubes y el frío nos acobardan y decidimos no aventurarnos...hoy riámonos nosotros de la ciudad, mirémosla por la ventana.

Domingo.Medialunas Del Abuelo por la mañana, chocolate caliente y música de Serrano. Mediodía juntas (por fin!) con Vale, mi amiga de la vida, la que siempre esta ahí incluso cuando no está conmigo. Cómo pasa el tiempo, ya criando niños y aprendiendo a almorzar sin que ningún plato o peluche vuele sobre nuestras cabezas...a decir verdad sólo lo logramos a medias.

Caminatas por el barrio chino de Barrancas, tres cuadras cargadas de colores orientales, con el aroma del sushi y la magia de una incertidumbre que se despliega: ¿cómo se explica encontrarse en el momento y lugar exactos a la persona de la que estás hablando siendo tan pero tan grande la ciudad?

"-¿Compramos un florero, amor?.

- No, para qué, mi mamá dijo que iba a regalarme uno...-" Giro la cabeza y oh!...silencio...sorpresa... Ahí estaban mi mamá y mi hermano recorriendo el mismo local, habían decidio ir a pasear al lugar y en el momento que yo también había elegido y ahora estaban a mi lado...como si lo hubieran sabido! La ciudad nos miraba y reía...

Los fantasmas de la casa del escultor Yrurtia, transformada ahora en museo, nos reencontraron con el arte. De ahí la bella imágen de Hortensia, a quien Gavito dio vida con su lápiz...qué historias tejerían juntos, qué sentimiento los uniría...la ciudad lo sabe, pero sólo nos mira y ríe...

Mate y películas por la noche, en casa.

Lunes, que es una especie de domingo porque es feriado, de paseo por la bella Recoleta, sus parques y la necrópolis, sus aires de misterio, sus obeliscos y ángeles. Milanesa con papas fritas y Lucía que no puede quedarse quieta un segundo...será que es cómplice de la ciudad y quiere reírse de nosotros con ella?

Cómo se disfruta la vida cuando se comparte aún con los desconocidos, cuando todos caminamos bajo el mismo cielo y a pesar de ser tan distintos formamos parte de una ciudad...que sonríe.

3 comentarios:

Lucina dijo...

Es cierto,
paseos y causalidades nos unen en veredas de anhelos y rompen el cristal de la rutina creando un momento unico..
Felicitaciones por tu Blog
Besos.

Arcángel Mirón dijo...

La ciudad tiene rincones maravillosos. Hay otra ciudad aparte de la del caos.

Un abrazo, María. Un placer conocerte.

:)

Caro! dijo...

Que bueno poder espiar al mundo desde una ventana azul, me atreví a observar a través de ella y de tanto gusto sonreí.
Muchas gracias por tú comentario, las puertas Y sin embargo... están siempre abiertas.
Saludos, Caro!